Wednesday, September 3, 2014

Pequeños gestos que pueden dañar tu piel


Hay hábitos diarios que pueden parecer inocentes pero que van, poco a poco, estropeando nuestra piel. 

 Si quieres lucir un piel bonita y cuidada, debes aprender a evitarlos y a tomar medidas.

Tocarte mucho la cara. Las manos están constantemente tocando superficies sucias. Si después te tocas la cara, conseguirás ensuciar los poros, obstruyéndolos y pudiendo provocar un brote de acné. 


Lávate las manos con frecuencia y procura no pasarlas tan a menudo por la cara.
 

Extraer los granitos. Hay que evitar rascarse o apretarse los granitos. Una extracción la debe realizar un/una profesional de estética. Si lo haces tú sin las debidas condiciones higiénicas puedes expandir la infección y hacer que salgan más granitos o puntos negros. 

Consecuencias en el tiempo: Si el hábito es algo continuo pueden aparecer manchas oscuras o feas cicatrices.
 

No desmaquillarte. Es importante no acostarse sin limpiarse la piel del rostro, aunque no te hayas maquillado, porque la contaminación y las secreciones de la propia piel ensucian y taponan los poros. Ya puedes haber tenido un día agotador, llegar a las "tantas" a casa, o no tener ganas de desmaquillarte, que si no lo haces, a la larga tu piel te pasará factura. Usa toallitas húmedas o una limpiadora sin aclarado, de esta manera tardas sólo un minuto y no tendrás ninguna excusa.
 

Aplicar demasiada crema. Usar mucho producto no es sinónimo de más eficacia contra las arrugas y no se reducirán aunque te pongas toneladas. Más bien puedes acabar obstruyendo la piel, impidiendo que pueda respirar libremente. 

Ten cuidado con el contorno de los ojos. Si abusas de un contorno que sea muy untuoso o aceitoso, puedes provocar bolsas o milia (granitos blancos de grasa que suelen formarse en la zona de las ojeras).
 

Duchas muy calientes. El calor dilata los capilares favoreciendo la mala circulación y las varices; además debilita el manto protector de la piel. Haz duchas con agua templadas y utiliza leche corporal para mantener tu piel hidratada.

Cuidado con los dulces y las golosinas. Si tienes debilidad por los alimentos dulces (repostería, chucherías, bollería industrial, zumos envasados) intenta limitar su consumo. El exceso de azúcar no conviene a nuestro cuerpo, ni a nuestra piel, pudiendo provocar o agravar la flacidez. ¿No te puedes resistir?. 


En lugar de consumir bollería industrial cámbialo por alguna otra cosa más sana: cereales integrales, un puñado de cerezas, una zanahoria...
 

Atención al flequillo. Si tienes la piel o el pelo graso, el flequillo favorece la aparición de granitos en la frente. La mejor solución: retirar el cabello y dejar la frente despejada.

Comer mal y deprisa. Si eres de los que comen deprisa, a deshoras, masticas poco, comes muchas frituras o platos precocinados, eres candidato a tener una mala digestión. A la larga, los trastornos intestinales, digestivos o hepáticos que derivan de los malos hábitos alimenticios se reflejan en la piel. 


Piel grisácea y apagada. Si este es tu caso, podría deberse a un problema de estreñimiento. Así que ya sabes, lleva una alimentación sana y come a tus horas... tu aparato digestivo lo agradecerá y tu piel también.

Al secarte la cara, no la irrites frotando fuerte con la toalla, hazlo con suaves toques .